miércoles, 19 de febrero de 2020

Rotura de pie de hormigón en muro

Las imágenes que mostramos en el reportaje de este mes corresponden a una demolición realizada en Sudamérica, una de las zonas del mundo en las que el CRAS, cemento demoledor fabricado por la firma alavesa Kayati SL, ofrece soluciones al sector de la construcción cuando se trata de demoler sin uso de explosivos. El reto esta vez consistía en algo aparentemente sencillo: eliminar el pie de un muro de hormigón. 

Las cosas, sin embargo, no son tan simples en este tipo de proyectos. Estas demoliciones han de realizarse de manera casi quirúrgica, ya que está en juego la integridad del resto del muro, que puede verse dañada por las vibraciones producidas por una demolición realizada mediante explosivos o maquinaria de percusión. Las complicaciones crecen si, además, la obra se realiza en entorno urbano, o cerca de vías de comunicación.

La forma de realizar demoliciones con el CRAS permite realizar cortes limpios, que acaban desgajando la parte que se desea eliminar en fragmentos cuya forma y tamaño se pueden diseñar en función de cómo se distribuyan las perforaciones que se realizan para depositar el mortero preparado con el cemento demoledor. Kayati SL ofrece asesoramiento a sus clientes para definir los parámetros a tener en cuenta en estos proyectos: diámetro y profundidad de las perforaciones, distribución de las mismas, tipo de CRAS apropiado a las condiciones en que se realiza la demolición, especialmente la temperatura… Con más de un cuarto de siglo de experiencia en proyectos de demolición, Kayati SL ofrece no solo un producto líder en calidad, sino también un apoyo técnico de primer nivel.

En la imágenes se observa en primer lugar la disposición de las perforaciones, con el mortero ya cargado. En este caso se ha realizado la perforación en forma de malla, paralela a la pared que se desea mantener, y con la primera fila de perforaciones a ras de esta pared. 
Al cabo de unas horas, el proceso de rotura, generado por la reacción de hidratación, comienza a agrietar el hormigón de manera paralela a la pared que se quiere conservar, hasta el momento en que el hormigón a demoler se va separando en “rodajas” listas para el desescombro.

El resultado es, una vez más, un trabajo limpio, rápido, eficaz y seguro, y un cliente satisfecho, esta vez a diez mil kilómetros del lugar de fabricación del CRAS.