lunes, 17 de mayo de 2021

Máxima precisión con el CRAS




Este reportaje presenta imágenes de un trabajo de esos de los que en Kayati SL nos sentimos especialmente orgullosos, porque extra al máximo las ventajas del CRAS, el cemento demoledor que fabricamos en Álava desde hace casi treinta años. 

El escenario es todo un reto: una solera de hormigón, en el interior de un edificio, y la necesidad de escarbar una zanja de dimensiones precisas. 

Para la realización de este proyecto los pasos no son muy distintos a los que se dan en cualquier otro proyecto con el CRAS. En primer lugar, hay que asegurarse de disponer de una cara libre que facilite la salida del escombro generado por la rotura producida por el CRAS. En el presente trabajo, el borde de la zanja es trazado con sierras murales. El corte de estas, llevado hasta la profundidad adecuada, sirve de cara libre para la demolición.

El siguiente paso es la perforación. En este proyecto se optó por una distribución al tresbolillo de los agujeros, Al tratarse de una zanja estrecha, las perforaciones formaron una hilera zigzagueante a lo largo de la banda de hormigón entre los cortes.

La carga del mortero, preparado in situ, es el siguiente paso. Es el inicio del proceso de hidratación que genera la suficiente capacidad expansiva para demoler el hormigón entre los límites de la zanja marcados por los cortes de sierra.

La fragmentación del hormigón se produce en el plazo habitual para este tipo de proyectos, y a partir de las 48 horas se pudo retirar el escombro de hormigón y acabar la zanja con la ayuda de un pico eléctrico.

Un trabajo de precisión, realizado en el interior de un edificio, sin explosiones, ruidos ni vibraciones molestas, sin necesidad de pedir permisos administrativos, y sin molestar al entorno. Un trabajo realizado con plena satisfacción por nuestro cliente y del que, como todos los que se llevan a cabo con el CRAS, nos sentimos orgullosos en Kayati.

martes, 11 de mayo de 2021

Demolición de pilotes de hormigón con el CRAS

Cuando un constructor hace bien su trabajo, cuesta mucho deshacerlo. Por eso, la demolición de edificios es una tarea compleja. Se trata de deshacer trabajos generalmente bien hechos, pero no solo eso, sino que, además, hay que respetar el entorno, evitar molestias, conseguir autorizaciones… El CRAS, cemento demoledor fabricado por la empresa alavesa Kayati SL, facilita la demolición sin explosiones ni maquinaria pesada en entornos delicados, como poblaciones, vías de comunicación o interior de edificios, incluso de estructuras construidas para durar.
Es el caso que mostramos en este artículo. Unos pilotes de hormigón armado, que habían servido de soportes para un tramo de ferrocarril, debían de ser demolidos. Los pilotes se encontraban en un entorno próximo a zona habitada y a otras infraestructuras que no debían de sufrir daño.
Las dimensiones de cada pilote eran de metro y medio de diámetro, y de alturas entre metro y medio y dos metros. El material, hormigón armado.
El proceso de demolición de este ajedrez gigante de hormigón comenzó con la operación fundamental en toda demolición realizada con cemento expansivo, la perforación. Se trata de realizar taladros verticales profundos en cada pilote, distribuidos en distancia y posición de acuerdo con las instrucciones del producto, proporcionadas por el equipo técnico de Kayati SL. En el presente caso, se realizaron diez perforaciones por pilote, con diámetro 35 mm y profundidad de 1,3 metros. 
No se consideró oportuno realizar perforaciones horizontales. Los agujeros así realizados son utilizados para verter en ellos el mortero creado a partir del cemento demoledor CRAS. La carga de este mortero se realizó un viernes a las 16 horas. Con el fraguado del CRAS comenzó a generarse la reacción de hidratación que se traduce en una dilatación del mortero y una presión hacia las paredes de cada perforación que alcanza hasta las 7.000 Tm/m².
Esta presión acaba generando, con el paso de las horas, fracturas en los pilotes, de acuerdo con la forma en que se hayan distribuido las perforaciones. El resultado es una demolición que desmenuza el cemento de los pilotes y deja al aire la armadura, que se elimina fácilmente mediante el uso de una sierra circular.
Los pilotes estaban prácticamente triturados el lunes al mediodía, menos de tres días tras la aplicación del CRAS. La temperatura en el solar se mantuvo entre 3º y 16º durante todo el proceso.

Este tipo de trabajos permite sacar el máximo partido de las virtudes del cemento demoledor CRAS y hace que este producto sea muy apreciado por todo el sector de la construcción, desde empresas constructoras de primer orden, como la contratista de este proyecto en concreto, hasta particulares que necesitan hacer pequeñas demoliciones domésticas.