viernes, 3 de mayo de 2019

A la segunda, la vencida


La solución a los problemas no siempre se encuentra a la primera. Por ejemplo, en el proyecto de demolición que mostramos este mes, la primera opción elegida para demoler una roca suelta en un solar fue el martillo eléctrico. Con esta tecnología no se consiguió el objetivo. La roca se resistió.


Los responsables del proyecto pensaron, como segunda alternativa, el uso de maquinaria pesada. Sin embargo, se terminaron decantando por el uso del CRAS, cemento demoledor fabricado por la empresa alavesa Kayati SL.

La demolición de rocas, bolos y bloques de hormigón es una de las tareas que se realizan habitualmente con cemento demoledor. Las características de la demolición con cemento demoledor permite realizar la tarea sin uso de maquinaria pesada, en un tiempo predecible, sin ruidos ni vibraciones, y sin el riesgo que se genera cuando se usan explosivos.

En el caso que nos ocupa, la roca tenía una medidas de 2,40 metros por 1,20 metros, con 0,50 metros de profundidad.

Con estas dimensiones, el proceso de la demolición comenzó con la perforación. Se utilizó broca de 25 mm de diámetro, y se realizaron perforaciones de 40 cm de profundidad, distribuidos a una distancia entre ellos de 20 cm.
Una segunda roca de dimensiones menores se hizo una perforación similar pero se vertió el CRAS en la mitad de los agujeros, de manera alterna. Con estos parámetros, la rotura se produjo en 24 horas, un tiempo muy ajustado. La retirada de escombros tras la demolición se realiza de manera sencilla.



El tiempo de demolición, reducido y predecible, sitúa a la demolición con cemento expansivo como una de las soluciones favoritas de los responsables de llevar a cabo proyectos de demolición. En el caso que nos ocupa, permitió realizar un trabajo que se había complicado por una primera elección de tecnología poco satisfactoria. Esta vez, a la segunda fue la vencida.

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