viernes, 31 de diciembre de 2021

El CRAS, la revolución de la demolición sin explosiones

En Kayati SL estamos orgullosos de haber contribuido durante casi treinta años a difundir una tecnología, la demolición sin explosiones. Mostramos aquí varios ejemplos de la utilización del CRAS, nuestro cemento demoledor no explosivo.


El primer trabajo que enseñamos corresponde a un clásico de la utilización del CRAS, una demolición en el interior de una vivienda. El objetivo era ganar altura en una habitación eliminando una antigua solera de hormigón. El CRAS cumplió con creces, realizando una fragmentación rápida, sin explosiones, ni ruido ni vibraciones.


La facilidad de manejo del CRAS ha llevado nuestro producto a los anaqueles de las tiendas de bricolaje. Nos enorgullece haber creado el concepto de “demolición doméstica”, bien sea interior, como en la foto de arriba, bien exterior, con se aprecia en la imagen superior.


Otro combate entre el CRAS y el hormigón se suele dar cuando se trata de eliminar cimentaciones en entornos habitados. La foto superior corresponde a la demolición de una zapata de hormigón en un proyecto mayor de demolición en una antigua zona industrial.


En los proyectos de demolición en los que participamos y en los que hay presencia de hormigón, es común que el CRAS combine su uso con cizallas sierras circulares u otros elementos que permitan la rotura de la armadura metálica que refuerza el hormigón. El CRAS inicia la faena, y la sierra deja el hormigón listo para el desescombro.


Las aplicaciones del CRAS no se limitan a trabajos de gran envergadura. La demolición con cemento expansivo permite la realización de auténticos trabajos de precisión. En Kayati lo llamamos la “demolición quirúrgica”, trabajos en los que la precisión de la rotura es máxima.

En la imagen superior se puede apreciar un ejemplo de este trabajo de precisión. Con el uso del CRAS se consigue eliminar una banda estrecha en un suelo de hormigón pulido, con unos márgenes perfectamente delimitados. Un trabajo de elevada precisión, realizado en el interior de un edificio, del que nos sentimos especialmente orgullosos.


Además del hormigón, las rocas o bolos que aparecen en determinados momentos en zonas en las que se están realizando excavaciones son eliminadas de manera sencilla mediante el uso del cemento demoledor CRAS.

La clave en el uso de este método está en la distribución de las perforaciones que se realizan en el elemento a demoler, que permiten diseñar en gran medida cómo va a llevarse a cabo el proceso de demolición, facilitando el desescombro posterior.


Un proceso de perforación bien diseñado permite realizar la demolición mediante cemento expansivo en prácticamente cualquier entorno, incluso cuando no se dispone, a priori, de caras libres que faciliten la salida del escombro desgajado por la acción expansiva del CRAS. Desde Kayati SL se ofrece asesoramiento en los proyectos que se deseen llevar a cabo con nuestro producto.


La versatilidad del CRAS hace que, a lo largo de las últimas décadas, hayamos participado en demoliciones en entornos tan variados como carreteras, diques de presas, solares, interiores de edificios, cerca de monumentos históricos, bajo el agua…

Mención especial merece el uso que se hace del CRAS en las canteras de mármol y hormigón, donde la rotura sin microfisuras y la escasa merma que sufre el material cuando se realiza la demolición con CRAS permite un mejor aprovechamiento económico de la explotación.


Esa ganancia económica de nuestros clientes es algo de lo que nos sentimos orgullosos en Kayati SL. El CRAS es un producto que permite poner en valor terrenos y edificaciones, solventando además algunas sorpresas que pueden encontrarse en los trabajos, como en el proyecto que vemos arriba, en el que la comunicación entre dos viviendas se vio comprometida por la aparición de roca de gran dureza en los escasos metros que separaban a ambos edificios. El CRAS permitió solventar este problema y continuar con los trabajos de acondicionamiento, para alivio del contratista y satisfacción nuestra.


Completamos este recorrido por las aplicaciones del CRAS con un duelo con la Historia. Nuestro cemento demoledor solucionó un problema inesperado en la demolición de unas viejas zapatas de hormigón creadas hace ochenta años, con las que los sistemas neumáticos no podían. Una vez más, el CRAS solucionó el problema y permitió respirar con alivio a los encargados del proyecto.

En definitiva, nos enorgullece poner a disposición de constructores, contratistas, autoridades, arquitectos, usuarios particulares… un producto, el CRAS, en el que seguimos trabajando con la misma ilusión con la que empezamos hace casi tres décadas.

lunes, 20 de diciembre de 2021

Un obstáculo inesperado que deja de serlo con el CRAS

El CRAS, cemento demoledor fabricado por la firma alavesa Kayati SL realiza la rotura de rocas y bloques de hormigón en tiempo y forma para minimizar los rechazos debidos a imprevistos, como es el caso que observamos en las imágenes que mostramos en este artículo. 

Durante el trabajo de acondicionamiento de un terreno, los propietarios del mismo se encontraron con una desagradable sorpresa en forma de roca suelta en un lugar en el que no debía de estar.

Este regalo inesperado e indeseado puede ser un auténtico problema si no se conoce la técnica de demolición mediante la utilización del cemento demoledor no explosivo CRAS, el producto que realiza la rotura de las rocas de manera rápida y eficaz.

En las fotos apreciamos, ya pasadas unas horas de las fases iniciales de perforación, preparación del mortero y carga del mismo, cómo el cemento demoledor ha iniciado ya la rotura de la roca en mil pedazos, de manera silenciosa, sin ruidos ni explosiones ni vibraciones, convirtiendo un problema monolítico en cientos de pequeñas soluciones, fragmentos fáciles de mover y de desescombrar.

El proceso total de rotura mediante cemento demoledor no llegó a las treinta horas en el caso que mostramos. Estos plazos son habituales a la hora de llevar adelante demoliciones con CRAS, un proceso que no suele superar las cuarenta y ocho horas.

Esta circunstancia ha llevado a los usuarios más avezados del CRAS a jugar con los tiempos, de manera que realizan la carga del cemento expansivo a final de semana, el viernes por la tarde, para que, al regresar al trabajo el lunes por la mañana, el producto haya tenido tiempo para realizar su labor destructiva y pueda llevarse a cabo la retirada de escombros.

Es una forma de gestionar el tiempo que permite integrar el ciclo de rotura del CRAS en la planificación minimizando su ya de por sí reducido impacto temporal. Al final, no hay mal que cien años dure, ni piedra que le aguante cuarenta y ocho horas al CRAS.