Quienes siguen las publicaciones mensuales que realizamos para hablar del nuestro producto, el cemento demoledor CRAS, están ya familiarizados con las ventajas que la demolición mediante cemento expansivo ofrecen en entornos frágiles o delicados.
En este tipo de proyectos se da la circunstancia de que se pueden realizar de manera discreta, hasta el punto de que desde el exterior de la edificación en la que se está produciendo la demolición no se percibe absolutamente nada de este proceso.
Es la demolición silenciosa y sin vibraciones, la única posible en el interior de una vivienda de dimensiones reducidas. Este silencio no merma la eficacia de la demolición, que se lleva a cabo siguiendo las pautas habituales cuando se trabaja con el CRAS: demolición, mezcla del cemento demoledor con agua, vertido del mortero así obtenido en las perforaciones realizadas, espera hasta que la reacción expansiva de hidratación realiza la rotura de la roca o del hormigón y, finalmente, el desescombro.
En las imágenes que acompañan esta nota se puede ver el proceso de vaciado en el interior de un hotel boutique, con la perforación y diversas fases de la demolición de un suelo rocoso.
Un último detalle a tener en cuenta es que, cuando se realiza una demolición con cemento expansivo, puede diseñarse la forma en que se generará el escombro, en función de la distribución de las diversas perforaciones. Esta característica facilita, en casos como el que observamos en esta nota, el desescombro con medios que pueden usarse en el interior de una vivienda.
En definitiva, la demolición en interiores es posible, desde hace más de treinta años, gracias a la tecnología del cemento demoledor CRAS, el producto que fabricamos en Kayati SL.
