domingo, 8 de noviembre de 2020

Al servicio de la Economía Circular

 Pocas palabras expresan mejor la idea de dureza que la palabra “granito”. Esta roca ígnea, formada por cuarzo, feldespato y mica, se utiliza de manera habitual en la construcción y constituye el 5% de la corteza terrestre, por lo que son frecuentes sus combates con el CRAS, cemento demoledor no expansivo fabricado por la empresa alavesa Kayati SL. La roca se resiste a ser demolida, pero la fuerza expansiva generada por la hidratación del CRAS acaba agrietándola y rompiéndola. 

Nos llena de satisfacción cuando uno de nuestros clientes nos dice, cuando realiza un vaciado en una zona granítica, que la roca se deshace “como si fuese arcilla”. Aplicado correctamente, lo cual es fácil de realizar, el CRAS lleva a una demolición rápida, sin ruidos ni vibraciones, con un escombro fácil de retirar, sin generación de residuos aparte del propio escombro inerte, y con una necesidad limitada de recursos, en comparación con otros sistemas de demolición usados para proyectos similares.


De hecho, la demolición por expansión es conocida y utilizada desde la Antigüedad. Ya los egipcios utilizaron la fuerza expansiva generada por la hidratación de cuñas de madera para la extracción de los bloques con los que construyeron las pirámides. Un sistema natural, que ha ido evolucionando hasta llegar, en el Siglo XX, al CRAS.


El cemento expansivo CRAS constituye una solución eficaz para la realización de demoliciones, y respetuosa con el entorno. Estas cualidades han contribuido a que el producto de Kayat SL esté presente en cuatro continentes tras más de veinte años de crecimiento y de  soluciones a todo tipo de demoliciones.


Desde Kayati SL estamos orgullosos de proporcionar a nuestros clientes, durante tres décadas, este producto, que les ayuda a desarrollar satisfactoriamente sus proyectos y a cumplir con sus compromisos ambientales. 



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